6 de agosto de 2024 – Nueva York – EFE.

Inmigrantes venezolanos recién llegados a Nueva York mostraron este martes optimismo a pesar de numerosos problemas: vivienda, trámites legales para obtener documentos laborales, adaptarse al clima y otros desafíos en su nueva ciudad.

Los venezolanos se reunieron en un evento organizado por la asociación Se Hace Camino en el Centro Rey Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York (NYU), donde se proyectaron testimonios conmovedores e intervinieron profesionales que ofrecen apoyo a la comunidad.

Los venezolanos constituyen el mayor grupo de los cerca de 200.000 inmigrantes que han arribado a la ciudad en los últimos dos años, enfrentando el proceso de solicitar asilo, permisos de trabajo y el Estatus de Protección Temporal (TPS) para vivir y trabajar en el país sin riesgo de deportación.

Raiza Guevara, quien emigró desde Maracay por problemas políticos en febrero de 2023 con sus hijos de 4 y 6 años y ya obtuvo su TPS y asilo en EE.UU., comentó a EFE que “lo más difícil” al llegar a la ciudad fue encontrar orientación legal, ya que resultó complicado conseguir ayuda adecuada.

Aunque la ciudad ofrece asistencia legal, “te entregan papeles y cuando vas (al lugar indicado) no hay la ayuda necesaria, y hay que seguir buscando hasta hallar la solución”, explicó la mujer de 27 años, quien a través de Se Hace Camino Nueva York y la orientación recibida en sus sesiones legales pudo solicitar el TPS y el asilo.

Los asistentes al evento rechazaron que se considere a los venezolanos como “criminales” por las acciones de un pequeño grupo dentro de la comunidad, y hubo críticas a los comentarios negativos del expresidente y candidato republicano Donald Trump.

Un tema importante fue la vivienda, después de que Nueva York limitara a 30 días la estancia en albergues para solteros y a 60 días para familias con niños, con algunas excepciones.

“El tema de los 60 días ha sido preocupante, nos sentimos en una situación inestable”, comentó Guevara, quien al estar embarazada ha podido permanecer en un albergue proporcionado por la ciudad, y destacó que es “muy difícil” para los niños cambiar de alojamiento y reiniciar en una escuela.

El abogado James López, que trabaja con la organización en la orientación a los recién llegados y en la gestión de documentos, indicó a EFE que el mayor problema que enfrentan es la vivienda, debido al alto costo y los requisitos que no pueden cumplir.

Para López, los venezolanos son “invencibles”, ya que a pesar de haber atravesado varios países y la peligrosa selva del Darién para llegar a EE.UU., mantienen su espíritu de lucha.

Juan Liorio Segundo, de Guarico, compartió en un video que “estuve 8 días en la selva del Darién: fue difícil, lloré, sufrí, pensé mucho en mi familia, pero sigo adelante”.

“Me siento bien en Nueva York, hay que adaptarse. Ya experimenté el frío, el calor, cómo hay que luchar y me siento bien aquí”, afirmó Segundo, quien trabaja como repartidor en la Gran Manzana sin olvidar a su familia en Venezuela.

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